¿Cuál es la relación entre ansiedad y la hipocondría?

Seguro que en estos meses has oído mucho hablar de la hipocondría para así poder comprender la relación entre ansiedad e hipocondría. Empecemos por la definición de hipocondría. Se trata del miedo o la intensa preocupación a tener una enfermedad grave a partir de la interpretación ambigua y personal de síntomas o molestias leves. Así, la persona con hipocondría al padecer cualquier dolencia o anomalía cree que tiene una enfermedad muy grave, lo que le hace sentirse muy ansioso y preocupado. Por ejemplo detectarse un lunar y experimentar ansiedad intensa al pensar que se trata de un cáncer.
Es normal tener cierta preocupación por la salud cuando tenemos alguna dolencia o anomalía. Esto nos hace observarlo y ver cómo evoluciona para después decidir cuándo acudir a un médico y que se nos realicen las pruebas pertinentes. Pero en el caso de la hipocondría esa preocupación es excesiva, incluso la persona en muchas ocasiones tiene la convicción de estar gravemente enfermo.
La causa puede ser el aprendizaje de las preocupaciones por la salud de sus padres, o haber vivido en la infancia enfermedades propias o de familiares cernanos. Si quieres saber más sobre las causas de la hipocondría te recomendamos leer información sobre el modelo cognitivo de Keller (1991) en nuestra web : https://www.psicologoenmadrid.co/hipocondria/
Signos de la hipocondría
Normalmente la persona con hipocondría para aliviar su ansiedad consulta a sus allegados sobre ello y se autoinspecciona constantemente. También es común, mirarse las constantes vitales de forma compulsiva o pasar horas leyendo en internet sobre esa enfermedad.
Incluso después de acudir a un médico especialista, puede que siga con las preocupaciones o que no quiera ir al médico por miedo a que le confirmen el supuesto diagnóstico.
Estas conductas le alivian a corto plazo pero no son más que una trampa. Al hacerlas se refuerza inconscientemente la creencia de que se está gravemente enfermo. De esta forma, cada vez el problema es mayor, y la ansiedad y malestar van aumentando.
Las consecuencias afectan razonablemente a la vida de las personas, pues dejan de hacer cosas que les gustan por miedo a contraer la enfermedad , y cuando creen que ya la tienen dejan de atender a cualquier otra área de su vida. Esto produce un alto deterioro en todas las áreas vitales de estas personas (trabajo, familia, vida social, ocio…)
Relación entre ansiedad y la hipocondría
En otras ocasiones hemos hablado de la ansiedad en general . La ansiedad es la emoción que nos ayuda a ponernos a salvo ante una posible amenaza. En este caso, la grave enfermedad, es la amenaza ante la que nuestro cuerpo responde. Por ello, en la hipocondría sentimos mucha ansiedad al estar siempre alerta para detectar los posibles signos de enfermedad de la forma más precoz posible, creyendo que esta preocupación nos puede ayudar a estar a salvo cuando en realidad estamos fomentando la relación entre la ansiedad y la hipocondría .
En cuanto al mecanismo de funcionamiento, la atención juega un papel muy importante tanto en la hipocondría como en otros trastornos de ansiedad. Pero en este caso, la atención selectiva además provoca que la sensación del síntoma aumente (efecto lupa), haciendo muy difícil centrarse en otras cosas de la vida diaria.
También es importante el sesgo interpretacional, las personas con hipocondría ante cualquier señal imprecisa o ambigua la interpretan como peligrosa o dañina. Esto reafirma la creencia de estar enfermos. Además, se infravalora la salud propia, creyendo que la enfermedad causará un gran sufrimiento o incluso la muerte. También se infravalora la posibilidad de recibir buenos tratamientos médicos, haciendo más terrible la vivencia de la enfermedad. Esto hace que la mente se vaya a la peor consecuencia y por tanto genere una gran respuesta de ansiedad.
Además, cuando se dan los síntomas físicos de ansiedad junto con la hipocondría se complica el cuadro clínico. Los propios síntomas (mareo, dificultad respiratoria, taquicardia…) son interpretados como señales inequívocas de enfermedad. Asi, la persona entra en un bucle del que le es difícil salir. A mayor miedo a enfermar, más síntomas de ansiedad se experimentan, y así.
Por ejemplo, en la situación actual que vivimos con la pandemia del COVID 19, todos tenemos la atención centrada en esta enfermedad y en sus posibles peores consecuencias. Por tanto, hay mucha gente que tiene una gran preocupación constante. Si esta preocupación le generase un síntoma muy común en la ansiedad como es la dificultad para respirar, la persona con hipocondría puede que lo interprete con un signo de COVID 19, generándole aún más ansiedad pudiendo a llegar a sentir otros síntomas como sensación de mareo. Rápidamente acudiría a un médico para que verificase que se trata de ello, pero aunque le digan que no, al seguir teniendo los síntomas podría llegar a desconfiar del diagnóstico.
Tratamiento de hipocondria
El tratamiento de la hipocondría debe ser llevado por un especialista en ello, pues tiene características particulares. En el Centro Santiago Cid somos expertos en este trastorno, ayudando a las personas a salir de ello. Es muy importante hacer una buena evaluación para individualizar la terapia. Después, siempre se recomienda abandonar esas conductas de alivio a corto plazo, como buscar información o centrar la atención en la enfermedad.
El tratamiento cognitivo-conductual se ha mostrado con gran eficacia. El objetivo es debatir las creencias sobre salud y enfermedad que forman parte del problema, modificar el sesgo atencional hacía todo tipo de síntomas y después poco a poco ir afrontando la incertidumbre y las situaciones y síntomas temidos.
En un artículo anterior dejamos pautas muy útiles para lidiar con la hipocondría: