Dependencia Emocional en la pareja ¿Cómo superarla?

dependencia emocional

Como seres sociales que somos, mantenemos relaciones de tipo familiar, amistoso o amoroso en respuesta a necesidades de afiliación, de pertenencia y de establecer vínculos afectivos. Aunque la pareja no es la única forma que puede adoptar una relación sentimental o amorosa, se puede decir que está muy extendida. Estas satisfacen, además, otras necesidades de tipo sexual y reproductivo. Sin embargo, el concepto de amor o de intimidad y su forma de expresión dentro de una relación varia de una cultura a otra y de un momento histórico a otro. A la hora de relacionarnos en pareja podemos encontrarnos con factores como la dependencia emocional.

La forma en la que nos relacionamos en pareja está mediada por diferentes aspectos. No obstante, el estilo amoroso de una persona varía a lo largo de su vida y de sus diferentes relaciones, así como durante cada relación amorosa.

Relacionarse en pareja constituye un comportamiento aprendido social y culturalmente. A través de los patrones observados en la familia, las ideas difundidas por el cine, las novelas, etc. aprendemos esquemas sobre cómo deberían funcionar las relaciones amorosas las cuales nos sirven de modelo para nuestras relaciones futuras. Sin embargo, no siempre lo que aprendemos es lo que mejor funciona.

 

Causas de la dependencia emocional en la pareja

 

Expectativas generadas a partir de las experiencias con las figuras de cuidado en la infancia más temprana.

El tipo de vinculación o apego (seguro o inseguro) que se establece con las figuras de cuidado en función de cómo estas respondieron a nuestras demandas y necesidades, va a influir en la manera en que nos relacionamos. Las personas que desarrollaron un apego seguro, cuyas demandas de cuidado fuero atendidas, se apoyan en los demás sin miedo y responden adecuadamente a las necesidades de los otros. En cambio, las personas que desarrollaron un apego de tipo evitativo, cuyas necesidades no fueron satisfechas, se comportan de manera excesivamente autónoma, no apoyándose en la pareja ni apoyándola. Asimismo, las personas que establecieron un apego ansioso-ambivalente, a nivel emocional funcionan de manera dependiente, con temor ante la posibilidad de que sus demandas de cuidado no sean atendidas.

Mitos o creencias erróneas en torno a la necesidad de tener pareja y al modo en que deben darse las relaciones.

Estas creencias funcionan como reglas personales de conducta (los deberías) e influyen en nuestras actitudes y expectativas a la hora de mantener una relación. Un ejemplo de ello es la creencia sobre el emparejamiento o idea de que “La unión heterosexual y monógama es la forma natural y universal de ejercer el amor romántico”, que modela nuestras expectativas acerca de la fidelidad.

Otra idea muy extendida relacionada con la anterior es la de que “Para alcanzar la felicidad en la vida hay que estar en pareja”Sin embargo, el amor no puede sustituir la felicidad personal, sólo puede intensificar la que ya existe.

Idealización de la pareja para toda la vida

Por la creencia de que “El amor es eterno e infinito” lleva a que la vida sin pareja sea vivida como un fracaso personal.

El amor no es un estado estático, sino un proceso dinámico a lo largo del cual se producen una serie de cambios en los sentimientos y conductas de los miembros de la pareja. El período del enamoramiento se caracteriza por una intensa pasión y emociones agradables relacionadas con la atracción, el deseo de proximidad, el deseo sexual y la satisfacción de los deseos de la persona deseada, así como de conductas como expresión de los afectos, apoyo y aceptación de esta.

Valorar el declive de la pasión inicial es un signo de que la relación está abocada al fracaso

En realidad, a medida que avanza la relación se estabiliza la pasión y se desarrolla una fuerte intimidad, un vínculo de comprensión, comunicación, confianza y apoyo, y comienza el desarrollo del compromiso, el deseo de mantener y trabajar en la relación, que implica tener planes a medio y largo plazo y la percepción de la pareja como algo estable.

Creer que en la relación nunca habrá discusiones ni crisis

El surgimiento de problemas y desavenencias es otra de las fases que atraviesan las relaciones amorosas. En cambio, hay personas que piensan que cuando, a medida que avanza la relación, es natural que surjan discusiones, desacuerdos y conflictos, también suscitados por los estresores que van apareciendo (cambios, nacimiento de hijos, enfermedades…). Los conflictos pueden ser positivos para la relación si se resuelven de una forma constructiva. De otro modo, estos problemas pueden dar lugar a una fase de desamor.

Baja autoestima o inseguridad

Factores personales como una baja autoestima provocan una necesidad de aprobación patológica intentando agradar a los demás y en este caso a la pareja a toda costa. En el caso de no ser aceptado o querido se producen grandes dificultades en todos los sentidos generando un fuerte sufrimiento.

 

¿Cuales son los síntomas de la dependencia emocional?

 

 

Normas , expectativas y mitos en torno a la pareja no razonables :

Algunas personas adoptan ciertas normas en este sentido, como “Si mi pareja me quiere de verdad, debería estar siempre de acuerdo conmigo”.Muchas personas parten de la idea de“Necesito encontrar a alguien que me complete y satisfaga mis necesidades”, conocida como el mito de la media naranja. 

Cada miembro de la pareja tiene su forma de entender cómo funciona el mundo, por lo que pensar que siempre estarán de acuerdo está muy lejos de la realidad.

“Si mi pareja me quiere de verdad, debería contármelo todo y no tener secretos”.El hecho de no contarlo todo no tiene que afectar necesariamente a la comunicación ni a la confianza, y a veces contar demasiado puede ser perjudicial para la relación. Además, todos tenemos derecho a reservarnos lo que no queremos contar. Igualmente, ideas del tipo

Baja autoestima y autoconcepto

Estas últimas suelen decirse a sí mismas “No soy digno/a de ser amado/a” Presentan un pobre autoconcepto y una baja autoestima, así como sentimientos de inferioridad respecto de los demás y un intenso miedo a la soledad, al rechazo y al abandono.

Convertir a la pareja en el centro de su vida

La persona con dependencia emocional , antepone la pareja a cualquier cosa incluido a si misma, o sus hijos, trabajo, amigos. Surgen creencias como “Si mi pareja me quiere de verdad, debería sentir la necesidad de estar siempre conmigo”no permiten respetar el espacio personal de cada miembro de la pareja, que es vital para el crecimiento de la relación. Este espacio incluye tanto el tiempo dedicado a uno mismo como a otras personas ajenas a la pareja (familiares, amigos, compañeros de trabajo…) y que lo necesitemos no significa que no exista amor.

Idealización de la pareja

Las personas  dependientes emocionalmente idealizan a la pareja obviando cualquier punto negativo y maximizando cualquier positivo

Pánico preocupación constante por la posibilidad de ser abandonados.

Las personas emocionalmente dependientes mantienen esta preocupación constantemente

Tratan de controlar a la pareja y a demandar continuamente confirmación de su amor.

Su inseguridad los lleva Tratando de no ser abandonados a menudo consiguen, precisamente, alejar a la pareja. Así, el miedo a perder a la pareja que los llevó a manifestar celos y a buscar pruebas de su amor, actúan como profecías autocumplidoras que confirman sus miedos. Generalmente, presentan dificultades para autorregular sus estados emocionales y para sentirse seguros cuando están solos/as. A menudo recurren al chantaje, la manipulación y la culpabilización de la pareja.  

La creencia de que “Los celos son un indicador del verdadero amor” legitima las conductas de control dentro de la pareja. Los celos dañan la relación y a las personas que mantienen esa relación. Lejos de ser una muestra de los sentimientos hacia la pareja, son una muestra del miedo a perder a la pareja e impiden que la relación avance de forma sana.

La sobrevaloración del amor romántico desde las ideas “El amor lo puede todo”y “El amor duele” lleva a justificar que por amor se puede hacer y se debe aguantar cualquier cosa.

 

Consecuencias de la dependencia emocional

 

Cuando existe dependencia emocional, sentimientos de culpa por la ruptura, miedo a la soledad, expectativas de cambio sobre la pareja o motivos de conveniencia sobre la relación, los miembros de la pareja pueden :

Quedarse enganchados en relaciones intermitentes

Existiendo una enorme dificultad para aceptar la ruptura. En ocasiones ocurre que la decisión de terminar la relación no es firme.

La ruptura se produce desde el enfado, se retoma desde el arrepentimiento y se pierde credibilidad. En ocasiones, se envían dobles mensajes generando falsas expectativas (“Vamos a darnos un tiempo” o “Si cambiaras esto o lo otro…”).

No se pone distancia hasta que sanen las heridas.

La ruptura no va a ser afrontada de la misma manera por unas personas que por otras.

Vacío ante la ruptura

Debido a la idealización de la pareja y la dependencia cuando se produce la ruptura el vacío es muy fuerte generando un gran sufrimiento a ambos miembros de la pareja

 Idealización  a la pareja

Las personas con dependencia emocional valoran que :  “La vida no tiene sentido sin él/ella”, produciéndose una elaboración inadecuada de la pérdida que puede dar lugar a intentos de reconquista y comportamientos de acoso y control (celos). De este modo, pueden aparecer pensamientos como “Nunca me han querido”o “Nunca encontraré a nadie que me quiera”, extendiendo el desamor a otras relaciones, al pasado y al futuro.

 

¿ Como superar la dependencia emocional?

 

 

Potenciar la autoestima y la seguridad

Lo cierto es que amamos de forma sana cuando nos sentimos bien con nosotros mismos y no nos sentimos una mitad que necesita de otra mitad para completarse y sin ella sentimos soledad y vacío. Por lo tanto trabajar la forma que tenemos de valorarnos a nosotros (autoestima) mismos es un aspecto clave para sentirnos bien con nosotros mismos .

El amor puede ser una fuente de felicidad y energía como también puede convertirse en causa de dolor.

Potenciar los aspectos que forman el amor y fortalecen la pareja

Tal y como comentábamos la pareja tiene tres áreas a potenciar para lograr una relación saludable y evitar la dependencia emocinal (pasión, intimidad y compromiso),

No temer la separación

Cuando las relaciones no son saludables la separación se tiene que dar de una manera inmediata por lo que no se la debe temer.

Construir expectativas Ajustadas en torno a las relaciones de pareja :

Las expectativas que construimos acerca de una relación pueden estar bastante desajustadas si uno espera ser el centro de su vida, que le solucione los problemas, que llene sus vacíos y carencias, que todo sea totalmente justo y equitativo, total transparencia, que la pareja cambie su forma de ser o que la relación dure para siempre.

Esperar aspectos como la reciprocidad en la relación

Este aspecto junto a otros como comprensión, apoyo, respeto, aceptación, compromiso, una actitud conciliadora y resolutiva, interés, intimidad, apertura y conexión con la pareja son básicos para una relación saludable.

Buscar ayuda profesional

Superar la dependencia emocional es un proceso complicado y lo recomendable es iniciar una terapia para potenciar estos y otros factores importantes, ya que la autoestima por ejemplo es algo que se va forjando a lo largo de toda la vida y es necesario trabajarla para poder afrontar de otra manera las relaciones o la soledad.

 

 

Santiago Cid Paz Psicólogo Clínico, orientación cognitivo-conductual. Licenciado en la Universidad Pontifica de Salamanca con Master en Psicología Clínica y de la Salud en la Universidad Complutense de Madrid. Experto en EMDR nivel I por la Asociación Española EMDR. Especialista en tratamientos de ansiedad.

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